Detección de IgM anti virus ZIKA mediante la técnica ELISA
La Fundación para el Progreso de la Medicina ha incorporado en su listado de prestaciones la detección de IgM anti virus ZIKA (IgM Anti-ZIKV) mediante la técnica ELISA.
La enfermedad provocada por el ZIKV, ayudada por el mosquito vector, ha sido capaz de distribuirse por casi todos los continentes en un período relativamente corto de tiempo, y en el caso de América, se han presentado casos desde Argentina hasta Alaska en los Estados Unidos (EEUU). De allí la importancia de confirmar el diagnóstico ante cualquier sospecha de haber contraído la infección, especialmente cuando se ha viajado a aquellas zonas endémicas y con transmisión activa del virus. Esto incluye especialmente a los países comprendidos dentro del área de los trópicos, desde Brasil en el hemisferio sur hasta México al norte.
La enfermedad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), suele presentarse luego de un corto período de incubación, con manifestaciones como fiebre no muy elevada, exantema, conjuntivitis, dolores musculares y/o articulares, malestar y cefaleas que suelen durar de 2 a 5 días, aunque es importante destacar que la infección puede ser también asintomática, facilitando este hecho su diseminación.
Existe consenso científico respecto a la relación entre ZIKV y complicaciones neurológicas (microcefalia) y oftalmológicas en el embarazo, así como con la aparición del síndrome de Guillain-Barré, entre otras manifestaciones actualmente en estudio.
Además de la transmisión por el mosquito vector, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (C.D.C.) recomienda que aquellos hombres con diagnóstico de ZIKV eviten las relaciones sexuales sin protección por un período de 6 meses debido a que existe la posibilidad de transmitir la infección por esta vía.
La IgM Anti-ZIKV se encuentra presente en sangre de la persona infectada desde aproximadamente el 5to día a partir de la aparición de los síntomas, y es posible encontrarla por más de 2 meses (Paz-Bailey y col. 2017), aunque se estima que posiblemente sea detectable hasta 1 año posterior a la infección debido a la estrecha relación con virus similares de comportamiento conocido. De manera que constituye una herramienta útil para establecer el diagnóstico, aunque el mismo luego deberá ser confirmado para diferenciarlo de otras patologías causadas por virus similares como Dengue y Fiebre Amarilla.