Un freno a la hepatitis A en Argentina
La estrategia de vacunación infantil con una dosis única redujo drásticamente los casos y bajó a cero los trasplantes por falla hepática fulminante en niños.
Argentina fue el primer país de las Américas en utilizar una sola dosis contra la hepatitis A en niños de 1 año, una decisión innovadora reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dados los resultados que aún hoy -13 años después de incluirse en el Calendario.-
La decisión resultó innovadora porque hasta el momento de la introducción de la vacuna, los países utilizaban un esquema de dos dosis: la cantidad de casos bajó un 88 por ciento y la hepatitis A dejó de ser la primera causa de hepatitis fulminante y de trasplante hepático en los niños del país.
Los resultados fueron presentados en 2012 al Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la OMS (SAGE, por sus siglas en inglés), que publicó un documento de posición en el cual recomienda la integración de esta vacuna a los calendarios nacionales de vacunación para los niños a partir del año con una dosis única. El respaldo motivó que países como Colombia y Brasil incorporaran la estrategia.
Sin trasplantes, más ahorros
El escenario también cambió radicalmente en los hospitales pediátricos. Este es el caso del Garrahan, el principal centro de salud infantil del país. «En aquellos años, vimos que los casos que derivaban a graves venían creciendo. En el 2004 hubo 25 pacientes con hepatitis A fulminante y la mayoría fueron trasplantados. Allí fue cuando comenzamos a discutir con el Gobierno qué se podía hacer y se decidió incorporar la vacuna. A partir de su implementación, desaparecieron los casos de hepatitis A fulminante en niños que debían ser trasplantados», relató el jefe del Servicio de Trasplante Hepático del Hospital Garrahan, Oscar Imventarza.
«Ahora volvimos a estar en línea con las estadísticas internacionales y, a partir de la estrategia, se usaron los órganos para las personas que realmente lo necesitan y no para pacientes con una enfermedad prevenible que no tienen por qué llegar a esta situación», añadió el jefe del servicio en relación al efecto causado por la vacuna, la cual es adquirida por el país a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un mecanismo que ayuda a los países a comprar dosis a menores precios.
Incrementar las coberturas
«En el caso de la vacuna contra la hepatitis A, las coberturas lograron prevenir brotes y detener la transmisión del virus», por lo que resulta clave mantener altos los niveles de vacunación en la población, según lo informado por el Programa de Vacunas de Argentina, que cuenta con 19 aplicaciones en su Calendario que se dan de forma gratuita en los centros de salud del país.
A nivel regional, además de Argentina, otros 9 países vacunan contra la hepatitis A (Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, México, Panamá, Paraguay y Uruguay). Según el nivel de infección en sus territorios, algunos vacunan en forma rutinaria a la población infantil y otros a los grupos de riesgo. La OPS alienta a los países a realizar estudios epidemiológicos y de costo-efectividad para la posible introducción de la vacuna contra la hepatitis A, en función de sus prioridades de salud pública.
Fuente: OPS: Sitio web de Hepatitis
En Fundación para el Progreso de la Medicina, los laboratorios de Virología y Biología Molecular, realizan una amplia variedad de determinaciones para el diagnóstico de los distintos tipos de hepatitis.