1 de Diciembre: DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) infecta las células del sistema inmunológico y las destruye o altera su funcionamiento, lo que provoca una deficiencia inmunitaria. Sin tratamiento la infección avanza a lo que conocemos como Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA), etapa en la cual el sistema inmunológico se encuentra muy debilitado y no puede cumplir su función de combatir las infecciones y otras enfermedades.

La infección por el VIH inicialmente no produce una sintomatología particular que lo diferencie de otras infecciones. Por lo tanto, la única manera de saber si alguien contrajo el virus es a través de un test. En Argentina, se calcula que el veinte por ciento de las personas que viven con VIH no lo saben. El test es un análisis de sangre que detecta anticuerpos dirigidos contra el virus y además proteínas virales. Una vez producida la entrada del virus al organismo los anticuerpos tardan entre 3 y 4 semanas en ser detectados, por lo tanto durante este período, llamado de ventana, los análisis pueden resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Luego debe efectuarse una confirmación de ese resultado por métodos adecuados.

Cuando el resultado del análisis es positivo significa:

• Que la persona está infectada con el virus.
• Que dicha persona puede transmitir el virus.

La infección por VIH no tiene cura, sin embargo existe un tratamiento altamente  efectivo, que consiste en una combinación de diferentes medicamentos que evitan la replicación del virus y por lo tanto la destrucción del sistema inmune.

El tratamiento es crónico, es decir que una vez que se comienza es necesario continuarlo toda la vida. Si el tratamiento se mantiene de forma correcta en el tiempo, las personas con VIH tienen una calidad y expectativa de vida similar a quienes no tienen el virus.

El VIH se puede transmitir por las relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin protección con una persona infectada; por la transfusión de sangre contaminada; y por compartir agujas, jeringas, material quirúrgico u otros objetos punzocortantes. La madre puede transmitir la infección al hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. En Argentina el 98% de las infecciones se    producen por relaciones sexuales sin protección.

Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativo, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos o la depilación con cera, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión.

En la Fundación para el Progreso de la Medicina (fpm) realizamos un Test de cuarta generación, es decir que además de detectar los anticuerpos dirigidos contra el virus, detecta en el mismo ensayo, la presencia de proteínas virales en la sangre, y como resultado la infección se detecta de manera más temprana.

En Fundación para el Progreso de la Medicina, ofrecemos las siguientes prestaciones en relación a la infección por VIH: